viernes, 3 de julio de 2009

Erotismo

Hoy me he puesto a pensar en que el erotismo esta en mayor medida en la mente, en el cerebro, la forma como le llegan esos estímulos son de formas diferentes. Recibe estímulos eróticos a través de los sentidos. Pensaba sobre todo en aquellos, que se perciben a través de la piel. Existen zonas que son particularmente sensibles en este aspecto de desatar reacciones eróticas. Supongo que es parte de la naturaleza que si se tocan ciertas partes, se desencadenen esos estímulos para facilitar la relación sexual y así provocar la reproducción y la supervivencia de la especie. Pero el ser humano va más allá. Ha encontrado al igual que algunos otros primates que el placer sexual va más allá de la conservación de la especie. Cada ser humano tiene alguna particularidad en este sentido que lo hace único. Hay quien se excita a la vista de unos pies, o al chupar un dedo. Todos tenemos independientemente de este tipo de fetiches zonas que nos son particularmente erógenas. Creo que todos debemos esforzarnos por conocer mejor nuestro cuerpo y el de nuestras parejas para descubrir esos puntos y esa áreas. No estoy descubriendo el hilo negro lo se. Pero bueno es que me vino a la mente todo este rollo porque en mi visita de ayer al Spa le pedí a la chica que me atendía que me recortara el bello del área del bikini. Me sugería ella que porque no me hacia depilar con láser y me olvidaba de eso permanentemente.
Tengo dos razones para no hacerlo. Una que lila me ha pedido que le permita depilarse de forma definitiva y me he negado ya que algo que disfruto es el afeitarla y depilarla.
La otra y es la razón de mi comentario es la siguiente:
Lila mi esclava tiene una zona particularmente sensible a ciertos estímulos. Creo que por eso la naturaleza la doto con un trasero particularmente atractivo.
Ella como buena masoquista que es disfruta que le azote el trasero, pero disfruta de forma muy intensa lo contrario. Que le acaricie el trasero suavemente. El roce apenas de las yemas de mis dedos en sus glúteos la enloquece. El paso de una lengua ni se diga, pero si la quiero volver loca basta con hacerle sentir el roce, solo el roce de mi vello púbico en sus nalgas. Es algo que dispara su deseo de forma instantánea. La hace repegar su trasero como imán a mi sexo, basta entonces unas pocas caricias de mis manos en su coño, un mordisqueo en su cuello y/o el apretar uno de sus senos para desencadenar en ella un gran orgasmo.
Este placer compensa en grado sumo las molestias del arreglo personal de esta parte de mi cuerpo.
AMANDA
Domina

1 comentario:

Danielle dijo...

Envidio a Lila!
Dos besos,

Danielle