Este día como casi siempre en viernes es bastante pesado ya que hay que dejar en orden muchas cosas. Este viernes fue aun más cargado ya que el próximo lunes es feriado.
Había quedado con lila que nos veríamos en el centro de la ciudad para hacer unas compras y después posiblemente ir al cine o cenar fuera. Al ver que me llevaría mas tiempo del calculado el terminar y que no podría salir a tiempo le pedí a mi asistenta que llamara a lila y le dijera que no podría estar a tiempo y que me quedaría a trabajar.
Después de la salida del personal para sorpresa mía, recibo una llamada del vigilante de la puerta en que me dice que esta lila ahí que me trae unas cosas y que si le autorizo a que pase.
Llega hasta mi oficina y al preguntarle que es lo que pasa y que hace ahí, me responde con :
“Se que no debes tener nada en el estomago aparte de quien sabe cuantas tazas de café y algún sándwich de la cafetería de enfrente. Así que pues pensé en traerte algo de comer.”
Estos detalles de lila me sorprenden y me enternecen, siempre.
Le dije que ya casi terminaba y que mejor terminaba primero y después comería.
Una vez que termine con el informe semanal me dispuse a comer al menos un trozo de aquella pizza con el fin de que no se sintiera lila, ya que no podía decirle que mejor fuéramos al restaurante. Ya que ya había terminado.
Mientras comía lila me descalzo y se puso a masajear mis pies. Da un masaje que es una ricura, siempre he pensado que es medio fetichista al respecto de los pies.
Verla ahí hincada sentada sobre sus talones y masajeando mis pies, debo confesar que como casi siempre que lo hace, despertó sentimientos diversos en mi persona. Sentimientos que van desde la ternura, la satisfacción de que sea mi amor, mi esclava, sentimientos de deseo, de tomarla entre mis brazos y apretujarla toda, etc.
Acabe el pedazo de pizza y me eche hacia atrás en la silla, cerré los ojos y la deje hacer. Disfrutando de sus manos, empecé a entrar en un estado de ensoñación, cuando su voz me despertó:
¿Quieres otro trozo de pizza?
“No, Gracias” respondí
¿Sigo?
“No, ven siéntate aquí en mis piernas”
Se sentó, la abrace y le empecé a decir cuanto la amo, cuanto aprecio sus detalles, su entrega, su dedicación. La bese con un beso largo, dulce, tierno, húmedo. Después cerré la oficina con llave e hicimos el amor.
Cada día la amo más
AMANDA
Había quedado con lila que nos veríamos en el centro de la ciudad para hacer unas compras y después posiblemente ir al cine o cenar fuera. Al ver que me llevaría mas tiempo del calculado el terminar y que no podría salir a tiempo le pedí a mi asistenta que llamara a lila y le dijera que no podría estar a tiempo y que me quedaría a trabajar.
Después de la salida del personal para sorpresa mía, recibo una llamada del vigilante de la puerta en que me dice que esta lila ahí que me trae unas cosas y que si le autorizo a que pase.
Llega hasta mi oficina y al preguntarle que es lo que pasa y que hace ahí, me responde con :
“Se que no debes tener nada en el estomago aparte de quien sabe cuantas tazas de café y algún sándwich de la cafetería de enfrente. Así que pues pensé en traerte algo de comer.”
Estos detalles de lila me sorprenden y me enternecen, siempre.
Le dije que ya casi terminaba y que mejor terminaba primero y después comería.
Una vez que termine con el informe semanal me dispuse a comer al menos un trozo de aquella pizza con el fin de que no se sintiera lila, ya que no podía decirle que mejor fuéramos al restaurante. Ya que ya había terminado.
Mientras comía lila me descalzo y se puso a masajear mis pies. Da un masaje que es una ricura, siempre he pensado que es medio fetichista al respecto de los pies.
Verla ahí hincada sentada sobre sus talones y masajeando mis pies, debo confesar que como casi siempre que lo hace, despertó sentimientos diversos en mi persona. Sentimientos que van desde la ternura, la satisfacción de que sea mi amor, mi esclava, sentimientos de deseo, de tomarla entre mis brazos y apretujarla toda, etc.
Acabe el pedazo de pizza y me eche hacia atrás en la silla, cerré los ojos y la deje hacer. Disfrutando de sus manos, empecé a entrar en un estado de ensoñación, cuando su voz me despertó:
¿Quieres otro trozo de pizza?
“No, Gracias” respondí
¿Sigo?
“No, ven siéntate aquí en mis piernas”
Se sentó, la abrace y le empecé a decir cuanto la amo, cuanto aprecio sus detalles, su entrega, su dedicación. La bese con un beso largo, dulce, tierno, húmedo. Después cerré la oficina con llave e hicimos el amor.
Cada día la amo más
AMANDA
6 comentarios:
Siempre me emociona cuando escribes este tipo de post, Amanda... es precioso ver cuánto amor flota a vuestro alrededor ;)
Un besazo enorme a ambas
NO hay nada superior a la ternura, ni siquiera el sexo.
:-)
Esos son los detalles que definen el significado de la palabra amor.
Tarha
grandes momentos de encuentro
tras lo cotidiano...
Un buen masaje en los pies, obra maravillas.
Besos desde Las Brumas
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